miércoles, 16 de marzo de 2011

El ambiente de la familia y el aprendizaje

Numerosos estudios e intervenciones sociales han demostrado que no sólo el crecimiento físico de los niños preescolares depende en gran parte del cuidado familiar, sino también su desarrollo mental y social. Las primeras investigaciones realizadas al respecto detectaron una serie de factores, característicos del medio ambiente familiar, asociados a la futura adaptación y desempeño del niño en otros ambientes sociales. Entre los antecedentes familiares y variables de status identificados en diversos países se destacan: 1) las condiciones nutricionales del niño y de la madre; 2) las facilidades y servicios de salud; 3) el medio ambiente físico; y 4) la configuración de la familia y su nivel socioeconómico 6.

Análisis posteriores han abierto nuevas esperanzas y posibilidades de afectar la capacidad de aprendizaje a edades tempranas dentro del marco de la vida familiar. Existen, en efecto, algunas características del medio ambiente familiar que poseen una gran potencialidad, por su naturaleza dinámica, para apoyar al niño en su transición a un ambiente formal y diferente como es el de la escuela. Estos factores son:

{short description of image}- El tipo y calidad de la estimulación perceptiva, psicológica y social proporcionada a los niños.

{short description of image}- Las actividades que promueven diversos intereses fuera y dentro de la familia.

{short description of image}- Las experiencias de interacción con el medio ambiente físico que estimulan y facilitan el desarrollo de estructuras de pensamiento.

{short description of image}- La calidad de la interacción entre los miembros de la familia.

{short description of image}- Las estrategias educativas utilizadas en el hogar (juegos educativos, películas, paseos, etc.).

{short description of image}- Las expectativas de los padres respecto a la educación de sus hijos.

{short description of image}- El afecto y apoyo emocional constante.

Es decir, que lo importante en términos del desarrollo de la capacidad de aprendizaje en el niño no parece ser lo que es la familia, sino lo que ella hace y la forma como se relaciona con su medio.

Tanto la escuela como la familia proporcionan un ambiente para el desarrollo del niño. Cada una de ellas aporta un insumo importante pero diferente e idealmente complementario.

La escuela posee un ambiente adecuado para transmitir conocimientos básicos y destrezas necesarias para convivir en la sociedad, para facilitar la adaptación del niño en el desempeño de roles sociales, para desarrollar estructuras de pensamiento y herramientas cognoscitivas destinadas a la solución de problemas, y para servir de vehículo de transmisión de la tradición y de la cultura.

La familia, especialmente en la tradición de los países iberoamericanos, proporciona un ambiente de relación más íntimo y cercano. Aunque su contribución directa al desarrollo del niño puede definirse en términos de actitudes, hábitos de trabajo, concepción de su propia identidad, juicio moral y valores, su influencia en el aprendizaje escolar y en el éxito futuro de los niños en otros campos es trascendental.

La investigación reciente ha demostrado un alto grado de relación entre la dinámica interna de la familia y el rendimiento escolar de los niños en diferentes países y clases sociales. La contribución de la familia al aprendizaje de los niños en la escuela radica no solamente en que les proporciona los recursos físicos necesarios, sino especialmente en que les puede brindar un apoyo decisivo de manera activa y constante (Ilustración No.1).

Factores claves en los procesos que al interior de la familia que promueven el aprendizaje escolar incluyen: los hábitos de trabajo de la familia, la orientación y apoyo, la estimulación para explorar y discutir ideas y acontecimientos, el ambiente de lenguaje y las expectativas y aspiraciones académicas de la familia

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